Uruguay

El proyecto de reforma laboral impulsada por el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, avanza tras la aprobación del Senado.

Entre los gobiernos de Francia y Uruguay existe un punto en común que provoca el rechazo de una buena parte de la población.

Ambos países pretenden reformar el sistema previsional, incrementando la cantidad de años necesarios para jubilarse.

Al igual que sucede en Francia, los sindicatos plantaron postura, rechazando la medida y tomando las calles.

En Uruguay, Lacalle Pou presentó un proyecto para que la edad jubilatoria pase de los 60 a los 65 años.

La propuesta obtuvo la aprobación del senado y el paso siguiente es la cámara de diputados.

Tanto la oposición como los sindicatos desaprueban la iniciativa con un paro y movilizaciones en protesta.

Miles de manifestantes salieron a las calles para denunciar lo que consideran una pérdida de derechos.

Sobre la reforma, el titular de la central sindical PIT-CNT, Marcelo Abdala, declaró:

«Cada vez queda más claro que la reforma es perjudicial para los intereses de las grandes mayorías del pueblo trabajador».

A la convocatoria lanzada por la central sindical se unieron distintos sindicatos del país. Entre ellos se encuentran sectores del feminismo, transporte, construcción, salud y telecomunicaciones.

La oposición interpreta que propuesta de Lacalle Pou se enmarca dentro de un plan de ajuste brutal.

También se reclama el manifiesto favoritismo del actual gobierno hacia la casta poderosa que vive a costa de los pobres.

En el polo opuesto de la interpretaciones se ubica la defensa que presentó el ministro de Trabajo y Seguridad Social.

Pablo Mieres advirtió claramente que se trata de un proceso inevitable que ocurrirá en todas partes.

El funcionario también criticó a los opositores por no generar propuestas alternativas y superadoras a la reforma.