Compras

Estados Unidos registra una precipitosa curva de consumo que desconcierta a todos los analistas financieros.

Los consumidores norteamericanos viven su día a día como si el mañana no existiera.

Tomando como partida el fin de la pandemia, el gasto de las personas que viven en ese país creció de manera inusual.

El fenómeno tomó por sorpresa a los economistas que intentan conocer su impacto a en el mediano y largo plazo.

Contra todos los indicadores adversos, los estadounidenses tiran la casa por la ventana.

Las estadísticas indican que las ventas aumentaron 1,1% respecto a las cifras del año pasado.

Para darnos una idea de la magnitud del suceso, en uno de los cyber monday se gastaron $12.400 millones de dólares. El monto equivale a un aumento del 9,6% con respecto al año pasado.

Ni las tasas elevadas de interés, la falta de ahorros o la inflación detienen el deseo irreflenable de compra.

Dentro de un contexto recesivo, los consumidores desafían el manual de comportamiento que se observa en situaciones similares.

Los artículos que más se compran son aquellos que satisfacen el placer y la experiencia, algunos realmente costosos.

Pese a que los norteamericanos aceptan que la economía se cae a pedazos, recurren al crédito para cumplir sus sueños.

Son las personas jóvenes y quienes pertenecen a la clase media quienes más utilizan los sistemas de financiamiento.

La gran interrogante que intentan responder los economistas es saber qué pasará después.

Una vez que el crédito se termine, el ajuste caerá como un baño de agua agua fría que pocos podrán soportar.