corredores solares

Son cada vez más los países que apuestan a los corredores solares como una forma de preservar el medioambiente.

En Países Bajos, Holanda China y más recientemente Corea del Sur, se pusieron en marcha proyectos de este tipo.

Los corredores solares nacieron como una idea para aprovechar la energía del sol.

En el caso de Corea del Sur, el carril se instaló sobre el tramo de la autopista que une dos ciudades.

Es un corredor exclusivo para ciclistas que se extiende a lo largo de 32 kilómetros.

La vía selectiva cuenta con un techo fabricado con paneles solares y barandas a los costados que separan a los ciclistas de los automóviles.

Tanto para el ingreso como el egreso del sector, los ciclistas deben acceder a túneles subterráneos.

Con la energía que recolectan los paneles se ilumina el corredor y el excedente se destina a la carga de los autos eléctricos.

Pasados algunos años desde la puesta en marcha de los corredores solares, el balance es satisfactorio.

Un punto a favor es el uso de energías alternativas multipropósito.

El uso de la bicicleta como medio de transporte ayuda a disminuir las emisiones de carbono.

Por otra parte tenemos el uso de los paneles solares como receptores de energía limpia.

También existe el beneficio que los autos eléctricos reciben en estos carriles al mismo tiempo que ayudan al medioambiente.

Sobre los beneficios, hay mucho por decir. Sin embargo algunas voces recalcan algunos cabos sueltos.

Para empezar, en los accidentes que pueden ocurrir en tipo de carriles, el ciclista lleva la peor parte.

Además, la contaminación aérea y sonora afectan en mayor medida a quienes viajan en bicicleta.

Por último tenemos los altos costos de los paneles. Aunque el uso de los paneles es cada vez más frecuentes, el precio continúa siendo elevado.