Texas

Por decisión de la Justicia, el gobierno de Texas deberá eliminar las boyas flotantes colocadas en la frontera con México.

La justicia federal de Estados Unidos resolvió eliminar el muro flotante colocada sobre el Río Bravo.

De acuerdo a la orden judicial, las boyas deberán retirarse antes del 15 de septiembre de este año.

Conocida la noticia, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador celebró la medida.

«Tengo que agradecerle mucho a las autoridades de Estados Unidos, a la Fiscalía, que fue la que presentó esta denuncia, y al juez que resolvió que se retiren, a más tardar el 15 de septiembre, las boyas del río Bravo».

En contra partida, el gobernador de Texas Greg Abbott anticipó que apelará el fallo.

Pese a que dos cuerpos fueron encontrados cerca de las boyas alambradas, la gestión texana niega responsabilidades.

Desde su creación, el muro del Río Bravo generó rechazo entre los organismos que defienden los derechos humanos.

Una línea de esferas alambradas enormes fueron colocadas tres meses atrás en uno de los pasos migratorios. El muro mide 300 metros y cada una de sus esferas tiene la particularidad de girar cuando alguien intenta sujetarlas.

El artefacto forma parte de la denominada «Operación Estrella Solitaria», una campaña anti migrantes impulsada por Abbott.

El principal cuestionamiento apunta directamente apunta al peligro que representa para la vida humana.

Al respecto, el tribunal federal dictaminó que no se puede construir berrera alguna sin autorización previa.

La justicia también determinó que el muro flotante crea tensiones en las relaciones entre México y Estados Unidos. En el fallo se explica que las boyas amenaza la vida humana y viola el derecho a la navegación segura.