Monopatines

En las calles de París empezó a regir la ley que prohíbe la circulación a bordo de monopatines eléctricos alquilados.

La restricción tiene como objetivo disminuir el número de accidentes viales producidos por este tipo de vehículos.

París es una de las primeras capitales del mundo en adoptar y rechazar los scooters eléctricos.

Anne Hidalgo, alcaldesa actual de la ciudad, fue la misma que introdujo y puso punto final al alquiler de este transporte.

Tras una consulta popular, el gobierno lanzó un referéndum que votó un poco menos del 8% de la población.

Desde este viernes pasado, los monopatines eléctricos de alquiler empezaron a desaparecer de las calles.

Mientras el uso de estos vehículos se populariza con inusual rapidez en el mundo, París decide ir contra la corriente.

Quienes utilizan esta forma de movilidad aseguran que los monopatines descongestionan el tránsito en las megaciudades.

Sin embargo, los detractores afirman que contribuyen a la construcción de un problema mayor. Como dato concreto podemos mencionar la escasa seguridad que tienen los conductores de scooter en la vía pública.

También se discute la falsa sensación de anarquía que produce conducir este tipo de vehículos. Los parisinos acusan que los monopatines realizan se desplazan sin cumplir las normas básicas de tránsito.

Al margen de todo, la cantidad de scooter en las calles crece sin las condiciones urbanas óptimas de circulación.

Como ejemplo tenemos algunas ciudades cosmopolitas que carecen de carriles exclusivos o espacios de estacionamiento para scooters.

Mientras el negocio de los monopatines crece, el caso de París anticipa lo que puede repetirse en otros lugares.