Los resultados de las elecciones en los Países Bajos confirmaron el dominio de la extrema derecha en el mundo.
Geert Wilders, el candidato por el Partido de la Libertad (PVV) en Países Bajos, obtuvo una aplastante victoria en las recientes elecciones.
A partir de ahora, Wilders, conocido mundialmente como el Trump neerlandés, es el primer ministro de ese país.
El triunfo superó por mucho todas las predicciones que arrojaron las encuestas sobre los comicios.
El PVV duplicó los 17 escaños que obtuvo el partido en el parlamento durante las elecciones pasadas.
Siguiendo el fenómeno que se observa a nivel mundial, los libertarios ganaron por amplia mayoría.
Wilders, al igual Trump, Bolsonaro, Meloni y Milei, impulsó su campaña apelando a la base moral de la ultra derecha.
El objetivo de Wilders es recuperar el país de las garras de los inmigrantes y del islam. Para lograrlo, la idea es prohibir el Corán y las mezquitas a lo largo y ancho de todo el territorio neerlandés.
Por sus declaraciones antiislamistas, Wilders recibió amenazas de muerte por lo que fue cancelado su ingreso en algunos países.
En la nueva plataforma de gobierno se incluye la propuesta para salir de la Unión Europea.
Pese a la confianza del pueblo, las propuestas reaccionarias de la nueva gestión cuentan con un dique de contención.
Al no contar con la mayoría en el parlamento, el trabajo del PVV para formar gobierno es titánica.
También habrá que esperar las respuestas de la población una vez que la espuma de la emoción baje y los derechos se vulneren.
La realidad indica que la mayoría acepta las restricciones y la mano dura, siempre que se aplique en el otro.
