Justo cuando la guerra entre Rusia y Ucrania empezaba a perder el interés del mundo, un nuevo acontecimiento aparece.
Al mejor estilo de las viejas películas de espionaje, Ucrania denuncia un hecho grave.
La esposa del jefe de los servicios de inteligencia de Ucrania (GUR) fue envenenada con metales pesados.
Mariana Budánova, esposa del jefe de la inteligencia militar de ese país, está bajo tratamiento médico por envenenamiento.
Así lo confirmaron los medios de comunicación al conocerse un comunicado oficial difundido por el GUR en las últimas horas.
«Estas sustancias no se utilizan de ninguna forma ni en la vida cotidiana ni en cuestiones militares. Su presencia podría indicar un intento de envenenar a una persona en particular».
Las primeras investigaciones indican que el veneno ingresó al cuerpo de Budánova tras la ingesta de alimentos contaminados.
Por el momento se desconoce a los autores del intento de asesinato pero todas las miradas se dirigen a Rusia.
El GUR también se sospecha que un número indeterminado de personas seguirán la misma suerte de Budánova.
Aunque falta confirmar la efectividad de la primera etapa del tratamiento para eliminar el veneno, el optimismo es alto.
De confirmarse las hipótesis, el conflicto entre Ucrania y Rusia ingresará a niveles insospechados.
Existe la posibilidad de que la lucha cuerpo a cuerpo se extienda hacia la profundidad de las sombras.
Una vez instalada en ese lugar, es imposible discernir entre la verdad y la mentira, la realidad y la simulaciónible.
